Como norma general, las empresas están focalizadas en los resultados de ventas del negocio. Es cierto que las ventas son una parte crítica de cualquier negocio y medir los datos de ventas ayuda a mejorar su rendimiento, sin embargo, creer que esta es la única variable a tener en cuenta es un error.

Los grandes empresarios tienen claro que el dinero de las ventas no puede ser la única fuente de métrica del crecimiento del negocio, también hay que tener en cuenta la productividad, las recomendaciones y la lealtad de los clientes.

En primer lugar, la productividad es el indicador de gestión que con mayor exactitud nos va a indicar si el negocio va bien. Con la llegada de la transformación digital, los aspectos claves para medir la productividad son la definición de procesos y la automatización de tareas, pues hay numerosos procesos que gracias a los avances tecnológicos hoy pueden realizarse de forma automática y en pocos minutos.

En segundo lugar, las recomendaciones forman parte esencial en un negocio, ya que una gran mayoría de los consumidores, a la hora de elegir un servicio, lo hacen a través de empresas que sus conocidos les hayan recomendado o de las lecturas que han hecho previamente. Por ello, una buena forma de asegurar el crecimiento del negocio es llevar una página web donde los clientes compartan sus opiniones sobre el nivel de satisfacción acerca de los productos y servicios.

Por último, la lealtad de los clientes como aspecto clave en el negocio. Las empresas deben trabajan en la calidad del servicio con el fin de que los consumidores sigan acudiendo a la empresa, cuantos menos clientes pierda, más crecerá el negocio. Una forma de asegurar la lealtad son las encuestas de satisfacción que tienen los clientes. Es importante realizar las encuestas y analizar la información clave junto a los vendedores y el personal.

Fuente: cepymenews.es

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