La comunicación interna nace como respuesta a las nuevas necesidades de las empresas de motivar a su equipo y mantener a los mejores, en un entorno de negocio donde el cambio es cada vez más rápido. Por ello, considerar que la comunicación interna es un “lujo” o algo exclusivo de las grandes compañías es un grave error.

En este sentido, hay que tener en cuenta que, aunque los trabajadores se encuentren en diferentes partes del mundo o pertenezcan a diferentes departamentos comerciales, la comunicación debe permanecer. Los empleados deben ser conocedores de las últimas novedades del portafolio y del plan de estrategia, entre otros.

Algunas de las ventajas de las comunicaciones internas no tradicionales son las distintas herramientas disponibles para las empresas. Un ejemplo es la centralita telefónica, en especial, las comunicaciones cloud. Estas herramientas permiten hacer videoconferencias o hacer y recibir llamadas (VoIP), permitiendo a los usuarios acceder a sus funcionalidades en cualquier parte del mundo y desde cualquier dispositivo.

Otra de las ventajas a mencionar es la flexibilidad. Con este tipo de herramientas es posible introducir modificaciones para ajustar el funcionamiento y abonar las diferencias conforme a lo que se consume. Esto supone un ahorro de costes, pues las empresas ya no deberán ocuparse del mantenimiento de las herramientas clásicas de hardware.

Por último, las soluciones cloud ofrecen la posibilidad de llevar el negocio desde cualquier lugar y a través de cualquier dispositivo.

 

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