La innovación, en la actualidad, se entiende como el proceso por el cual las empresas logran establecer mejoras en sus formas de trabajar, introducir nuevos productos o servicios, o incluso abrirse a un nuevo mercado. Una parte esencial de la transformación digital de las empresas. Es, en definitiva: la capacidad de transformar una idea en un plan de acción. La pregunta que suele surgir al respecto en las compañías es: ¿quién lidera todo esto?

Una investigación de la Academia de Ciencias de Estados Unidos​ indicaba que las empresas que experimentaban primero con las ideas se enfrentaban a un mayor escrutinio por parte de los clientes que los que directamente implementaban las nuevas prácticas.  

En este último caso, la diferencia es que las empresas trataron de encontrar los mejores talentos, modificaron estructuras y las metodologías de trabajo para agilizar los procesos. En definitiva, la innovación no estaba encerrada en una única área de la empresa, sino que los empleados podían tomar decisiones, compartir ideas, aprender de los errores y establecer vínculos.

Las compañías que crean espacios para la participación de los empleados facilitan la innovación, ya que si este proceso es transversal a toda la compañía, mejorará su resultado.

Fuente: infobae.com

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