Más allá del impulso que la crisis del coronavirus suponga para la adopción de determinadas tecnologías concretas –como la telemedicina o la robótica–, el escenario actual marcado por un espíritu colaborativo sin precedentes podría desencadenar cambios más profundos en el desarrollo tecnológico de los próximos años.
El uso compartido de datos y el despliegue de soluciones para preservar la privacidad podrían acelerarse por las necesidades inmediatas que plantea el escenario post-coronavirus, lo que puede ayudar a sentar las bases de unas nuevas infraestructuras digitales.
Fuente: www.bbva.com