Se dice que los datos son el petróleo de nuestra era. Usuarios y empresas generamos una cantidad ingente de ellos. En este sentido, los centros de datos son los que soportan el funcionamiento de los servicios digitales. Como era de esperar, estos han aumentado su consumo energético durante los últimos años, pero menos de lo previsto. De hecho, se esperaba que se multiplicase por tres o más.

En concreto, los centros de procesamiento de datos han aumentado su consumo en un 6% desde 2010 hasta 2018. Su potencia, por otro lado, se ha multiplicado por seis. Así lo recoge un estudio publicado por varias universidades de Estados Unidos publicado en la revista Science.

En él se destaca que los centros de datos representan alrededor del 1% del consumo energético mundial, lo que equivale al consumo de 17 millones de hogares. La potencia de procesamiento de estos data center pasó a ser un 550 por ciento mayor. El 89% de toda la computación en 2018 tenía lugar en centros de datos a gran escala, instalaciones gestionadas habitualmente por compañías tecnológicas que están centradas en el cloud computing.

De hecho, según el estudio la mejora energética y eficiencia de estas instalaciones se debe a diversas medidas como el uso de la computación en la nube, que ha cambiado drásticamente el panorama tecnológico.

Fuente: europapress.es

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