Sabina Hernández

Consultora y Profesora en Transformación Digital e Innovación Estratégica

La transformación digital ha destacado el valor de activos estratégicos en la economía moderna, como las tecnologías digitales y los datos. Los datos se generan constantemente por ciudadanos, empresas, administraciones públicas y objetos, y son fundamentales en la toma de decisiones empresariales. Las organizaciones están buscando convertirse en empresas orientadas a los datos y basadas en evidencias, no en opiniones.

Según Forrester Research, las organizaciones impulsadas por la información y el análisis de datos están creciendo a más del 30% anual. En España, según el estudio European Data Market Study, la economía del dato fue valorada en 29.700 millones de euros en 2019, representando el 2,5% del PIB, y se espera que aumente a 54.400 millones de euros en 2025.

El proyecto europeo Gaia-X está liderando la economía del dato en Europa, y se espera que impulse la creación de casos de uso compartidos y nuevos negocios en sectores como el turismo, la agricultura, la alimentación, el transporte y la movilidad.

Los datos pueden ofrecer un valor mayor y experiencias personalizadas al usuario, incluso en el ámbito de la salud, donde se pueden hacer diagnósticos precoces y ofrecer tratamientos personalizados.

En resumen, las tecnologías digitales están cambiando el mundo actual, y los datos son fundamentales en este proceso.

«Canarias, con un nivel promedio de digitalización del 22%, con una explotación minoritaria del dato y una escasa presencia de perfiles tecnológicos o competencias digitales avanzadas, aún tiene un largo camino por recorrer».

Ejemplos

El análisis de datos y la inteligencia artificial (IA) están siendo utilizados cada vez más en una amplia gama de sectores y aplicaciones, desde la salud y la atención médica, como la automoción o el transporte en general, hasta el comercio electrónico, las finanzas, el marketing y la industria manufacturera, entre otros.

Algunos ejemplos destacados de las primeras aplicaciones disruptivas de la IA en el pasado incluyen el uso de chatbots y asistentes virtuales en el servicio al cliente, la automatización de procesos empresariales, el análisis de datos para la toma de decisiones, el reconocimiento de imágenes y voz, la mejora de la eficiencia y la efectividad en diversos procesos organizativos.

Sin embargo, se espera que la IA siga transformando y mejorando diversos sectores en los próximos años. Un ejemplo destacado es la herramienta ChatGPT creada por la compañía OpenAI, que ha generado un reciente y rápido interés de grandes tecnológicas como Google y Microsoft.

Las empresas deben considerar cómo pueden utilizar estas herramientas para mejorar sus operaciones y tomar decisiones informadas.

Canarias

Si hablamos de Transformación Digital a nivel empresarial, Canarias aún tiene un largo camino por recorrer para aprovechar todas las oportunidades que le brinda la digitalización. El último Informe Mapa BOB 2021 sobre el estado de digitalización de las entidades canarias, muestra que Canarias tiene un nivel promedio de digitalización del 22%, con una explotación minoritaria del dato y una escasa presencia de perfiles tecnológicos o competencias digitales avanzadas en las islas.

Canarias se encuentra en séptimo lugar en número de empresas a nivel nacional (4,4% sobre España), sin embargo, sus pymes no tienen los recursos ni la experiencia necesaria para aprovechar al máximo la información generada por sus propios datos y enfrentar los desafíos para competir en el mercado. Dado que las pymes son un motor clave de la economía canaria, contribuyendo significativamente al empleo y al crecimiento económico de la región, esto representa un desafío para la región en cuanto a cómo abordar y resolver esta situación.

Limitaciones

En general, en todo proceso de transformación deben coincidir tres fenómenos o factores clave:

  1. dinero para la inversión en innovación y tecnología,
  2. disponibilidad de recursos que incluyen la tecnología adecuada y perfiles capacitados para utilizarla, y
  3. la existencia de proyectos o casos de uso para justificar el cambio.

Además, a mí, personalmente, me gusta añadir un último elemento: el liderazgo y/o gobierno como parte esencial para liderar y orquestar el proceso de cambio.

Y precisamente muchas de las barreras que dificultan la transformación hacia una cultura del dato efectiva, parten de estas necesidades.  Algunas de ellas incluyen; la falta de una estrategia sólida, la falta de habilidades técnicas y recursos, la resistencia al cambio, la falta de confianza, la protección de datos y los silos de datos, así como la falta de liderazgo.

La falta de cultura del dato en las compañías impide que se puedan aprovechar las ventajas que brinda, entre otras, la velocidad en la toma de decisiones. Y es que, según revela el informe, el 60% de los trabajadores precisan de horas, e incluso días, para llegar a tener la información que necesitan.

Derechos y ética digital

Como diría Ben Parker «un gran poder, conlleva una gran responsabilidad». La ética y los derechos digitales son esenciales en la economía digital debido a la delicada línea que existe entre la explotación del dato y la privacidad del individuo. Es fundamental considerar el papel de la ética en este campo y asumir la responsabilidad como sociedad.

En la Economía Digital, existen varios desafíos que deben ser abordados, incluyendo la propiedad y el alojamiento de los datos, la protección de la privacidad, la soberanía y la seguridad, la transparencia y la evaluación de su impacto en la economía.

En los últimos años han surgido iniciativas tanto en el ámbito académico como empresarial, desarrollando departamentos o unidades orientadas a ello, y todas parten, en esencia, de lo mismo: una preocupación ética relacionada con el manejo de los datos y la información.

La Estrategia Europea del Mercado Único Digital busca precisamente, establecer derechos para los generadores de datos y equilibrar los derechos de propiedad intelectual, privacidad e innovación.

Otro ejemplo lo tenemos en España, al ser el primer país europeo en contar con una Carta de Derechos Digitales (aprobada en 2021), y también de los pioneros en Europa en garantizar una serie de derechos digitales relacionados con internet a través la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de Derechos Digitales (LOPD-GDD), aprobada en diciembre de 2018, la cual establece un marco con más garantías de privacidad y consentimiento para los usuarios europeos sobre la gestión de su información personal.

Por último, otro ejemplo es la creación del Instituto de Ética en IA de la Universidad de Oxford (The Institute for Ethics in AI), el cual aborda los desafíos éticos vinculados a la IA.

En definitiva, estamos en un momento idóneo para enfrentar esta transformación y continuar progresando, ya que no hay justificación para no hacerlo.

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