Carlos del Castillo

Periodista especializado en tecnología y derechos digitales.

 

El 2020 y el 2021 pasarán a la historia unidos a palabras como virus, contagio, pandemia, confinamiento o vacuna. A nivel económico esto ha supuesto cierre de espacios, parones en la actividad y ERTEs. Pero también ha aflorado otra consecuencia: un gran paso en la digitalización. Los ejecutivos de las grandes empresas nacionales y extranjeras coinciden al señalar que el coronavirus, más que imponer nuevas lógicas, lo que ha hecho es dar una patada adelante de varios años a la virtualización de la vida.

Esa transformación implica varios riesgos. A nivel económico, el principal peligro es que esa digitalización sea capitalizada por los grandes actores que dominan el mercado, dejando atrás a las pequeñas y medianas empresas. Esto es lo que ha pasado, por ejemplo, con el comercio electrónico: según los datos de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, las pymes solo lograron capturar el 9% del aumento de las ventas por Internet que se dio con la pandemia.

Por este motivo, en las ayudas europeas para la recuperación del coronavirus (los conocidos Fondos Next Generation) está marcado en rojo el impulso a la digitalización de las pymes. España recibirá en total 72.000 millones de euros, de los que ya ha recibido los primeros 10.000 millones. Algo más de 3.000 se dedicarán a impulsar la modernización digital básica de las pymes y autónomos, poniendo el foco en las microempresas (menos de 5 trabajadores). El Gobierno ha anunciado que estas subvenciones empezarán a repartirse de inmediato, antes de que termine el mes de enero.

 

Digitalización básica

Para acceder a este programa de ayudas es necesario registrarse en el portal Acelera pyme y realizar el test de autodiagnóstico accesible desde la misma página, que determina el nivel de madurez digital de la organización. La cuantía de las subvenciones varía en función del tamaño de la empresa (2.000 euros para aquellas de menos de tres empleados; 6.000 euros para las que cuentan con entre 3 y 10 trabajadores; y 12.000 euros para las que tienen entre 10 y 50). Se cobrarán con un bono digital que se podrá gastar en los servicios de las empresas digitalizadoras registradas en Acelera pyme. Serán estas últimas las que ingresen la compensación económica de la Administración cuando demuestren que el servicio se ha prestado.

¿Qué servicios se podrán subvencionar a través de Acelera pyme? Según el documento que detalla las características de la convocatoria, publicado en el BOE el 30 de diciembre, el programa está especialmente dirigido a crear o modernizar las páginas web de las pymes, sus herramientas de comercio electrónico, la gestión de redes sociales, sus relaciones con los clientes, las soluciones de business intelligence y analítica de datos, la automatización de procesos, la implantación de la factura electrónica, los servicios de oficina virtual y la ciberseguridad. El único requisito para acceder a las ayudas es estar al corriente de las obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social. Las subvenciones se concederán por orden de solicitud sin concurrencia competitiva.

 

I+D+i para el siglo XXI

Las pymes que desarrollan actividades de I+D+i también podrán ver apoyada esta labor con ayudas europeas. Especialmente aquellas compañías que se han visto más afectadas por la pandemia. Desde el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), dependiente del Ministerio de Ciencia, se está coordinando otra partida de subvenciones de la UE destinada a aquellas empresas y pymes que entraron en crisis en el período comprendido entre el 1 de enero de 2020 y el 30 de junio de 2021. Para optar a esta línea de ayudas las pymes deberán formar grupos de 3 a 6 compañías y acometer el desarrollo de innovaciones en varias áreas, como la aplicación de nuevas tecnologías al turismo, el transporte intermodal inteligente o el impulso de energías seguras, eficientes y limpias.

En esta misma línea, pero no relacionado con el coronavirus, se coloca el programa Horizonte Europa, el sucesor del conocido Horizonte 2020. Se trata del nuevo marco para el período 2021-2027 de las ayudas para la investigación e innovación en la UE. El plan incluye un apartado especial para subvencionar a aquellas pymes con capacidad de llevar a cabo actividades disruptivas en áreas como la salud, el uso de nuevos materiales, las energías renovables o la seguridad de la vida digital.

«Las ayudas de la UE y la nueva etapa de digitalización que se ha abierto a nivel mundial pueden suponer un impulso trascendental para las empresas que sepan aprovecharlas».

 

Apuesta por las startups

Si las primeras ayudas europeas priorizan a las pequeñas empresas y autónomos que necesitan una digitalización básica, a nivel nacional el Gobierno ha puesto el foco en renovar el marco en el que se mueven las startups, las pymes emergentes que tienen la tecnología en el centro de su modelo de negocio.

A finales de 2021 el Consejo de Ministros aprobó la Ley de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, más conocida como Ley de Startups, que se espera que sea ratificada en trámite parlamentario en la primera mitad de 2022. Esta norma modifica 14 leyes anteriores para facilitar que las startups (aquellas empresas que posean un “carácter innovador” y tengan menos de cinco años de vida) reciban capital de inversores privados y paguen menos impuestos. Por ejemplo, solo tendrán que abonar un 15% del impuesto de sociedades, frente al 25% que venían pagando hasta ahora. Los empresarios podrán solicitar las ayudas de la Ley de Startups hasta en tres proyectos diferentes, siempre que estos no coticen en bolsa y no repartan dividendos.

Con todo, podemos concluir que, si bien el coronavirus ha sido un drama para el tejido empresarial español, las ayudas de la UE y la nueva etapa de digitalización que se ha abierto a nivel mundial pueden suponer un impulso trascendental para las empresas que sepan aprovecharlas.

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