Patricia Coll Rubio

Periodista y directora del grado en Periodismo y Comunicación Corporativa de la Facultad de Comunicación y Relaciones Internacionales Blanquerna (Universitat Ramon Llull)

Además de poner en jaque nuestra salud, la pandemia ha acelerado la digitalización en todos los ámbitos de la sociedad y de la economía. La tecnología es una aliada, pero también tiene un poder de transformación a tener en cuenta, ya que presenta oportunidades, pero también retos y amenazas.

Sin tecnología, no solo sería mucho más complicada la lucha contra el virus, sino también evitar la paralización que provoca en todos los aspectos de nuestra existencia. La opción digital ha sido durante meses la única vía para continuar con la actividad diaria, a través de fórmulas telemáticas como la formación online o el teletrabajo.

Cada vez más habituados a convivir con la tecnología, los avances en ámbitos como la inteligencia artificial o la robótica suenan cada vez menos a ciencia ficción y más a realidad cotidiana. La pandemia ha acelerado el desarrollo de la cuarta revolución industrial, conocida también como era digital, tal como analizamos en el libro Hiperaceleración. La revolución digital en la época del coronavirus (Editorial Diéresis), que he publicado, en plena pandemia, junto al catedrático Josep Lluís Micó.

Hiperaceleración constata este cambio de paradigma. La tecnología es ahora un recurso estratégico para nuestra sociedad. Dependemos de ella como de los suministros de electricidad, agua o gas. La crisis del coronavirus nos ha hecho darnos cuenta de esta dependencia y de los retos complejos que trae consigo, y que hay que abordar con urgencia, porque si algo caracteriza a la era digital es la velocidad a la que se producen cambios que transforman de forma significativa el funcionamiento de nuestra economía y nuestra sociedad.

Transformación digital en las PYMES

¿Cómo pueden afrontar las pequeñas y medianas empresas el desafío de esta emergencia digital? En primer lugar, identificando los retos que comporta. La iniciativa impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Gobierno de España y Mobile World Capital para construir un mejor futuro en la era digital, Digital Future Society, ha recogido en la obra Faster than de future. Facing the digital age, que constituye una profunda reflexión que permite darse cuenta de la gran cantidad de retos sociales, económicos, éticos y medioambientales que acompañan a la transformación digital de las organizaciones.

«La emergencia digital es una realidad», Cristina Colom, directora de Digital Future Society

El desarrollo e implantación desigual de la revolución tecnológica crea una asimetría que ocasiona desequilibrios y desigualdades en el mercado laboral. También plantea dilemas éticos en ámbitos como la inteligencia artificial o el uso de los datos y desencadena fenómenos como el de posverdad. El objetivo de los expertos que colaboran con Digital Future Society es analizar estos fenómenos para alertar de estas múltiples amenazas que conforman lo que han denominado como emergencia digital, que se ha visto especialmente agravada por la crisis de la Covid-19, tal como me explicaba su directora Cristina Colom en la entrevista que le hice para el diario El País.

El llamamiento a la concienciación sobre la necesidad de modular un impacto positivo de la tecnología en nuestra sociedad debe hacerse extensivo al conjunto de la ciudadanía, a todos los sectores económicos y a todo tipo de organizaciones y empresas, incluidas las pymes, que deben tener la emergencia digital como prioridad. Es clave para su supervivencia, así como para la sostenibilidad de nuestra economía y nuestra sociedad.

La principal emergencia proviene precisamente de esta necesidad imperativa de ser digital. Es indudable que las pymes tecnológicamente más avanzadas están menos afectadas por la crisis económica derivada de la pandemia, ya que han podido mantener mejor su actividad, por ejemplo, a través del comercio electrónico o del teletrabajo. Así, los desafíos más inminentes los encontramos en la reducción de las brechas digitales, que diferencia entre quienes tienen o no tienen conexión a Internet, acceso a las tecnologías más punteras, alfabetización digital o habilidades tecnológicas.

Otro reto importante es la denominada gobernanza de los datos, que implica un uso responsable de los mismos, para proteger la privacidad y generar confianza en los usuarios. En relación a ello, la ciberseguridad es otro elemento esencial en el nuevo contexto virtual, donde cada vez estamos más expuestos ante los ataques virtuales.

Equipo de oficina en las pymes

Tecnología para PYMES

La digitalización dibuja también un nuevo horizonte para el mundo del trabajo, que está experimentando profundas transformaciones digitales en las empresas derivadas de diversas tendencias como la automatización y las plataformas digitales. Este contexto augura cambios en las relaciones laborales, tal como constata el Connector Ouishare para España y América Latina, Albert Cañigueral, en su libro El trabajo ya no es lo que era (Conecta). Este referente de la economía de plataformas pone de manifiesto la necesidad de revisión de todo lo relacionado con el trabajo para adaptarlo a la nueva realidad tecnológica. Hay que asegurarse que la transformación digital en las pymes, con sus algoritmos, vaya en beneficio de las personas y no al revés, sin obviar tampoco sus posibilidades para la generación de empleo.

La tecnología puede ser también una gran aliada para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) ante la situación de emergencia climática. Sin embargo, no se puede obviar que la industria digital, a su vez, también deja tras de si una huella de carbono. Para mantener el rumbo adecuado hacia la sostenibilidad, es necesario que el uso que se haga de la tecnología sea climáticamente neutral y que fomente la economía circular.

El mantenimiento de la actividad para la recuperación económica y la sostenibilidad futura dependen en gran medida, por tanto, de la digitalización de las pequeñas y medianas empresas, que conforman el principal tejido productivo y vertebrador de nuestra sociedad. Por ello, todos los planes digitales en el ámbito europeo, nacional y local hacen especial énfasis en todo lo referente a la pyme, como pieza clave para un futuro digital y sostenible.

Aunque muchas veces no cuenten con recursos para llevar a cabo grandes inversiones, las pymes parten con una gran ventaja para afrontar las transformaciones digitales. Su tamaño reducido permite a las pequeñas y medianas empresas agilizar la toma de decisiones, con la flexibilidad y rapidez que impera en la nueva economía. Esta capacidad de adaptación les permite aprovechar las oportunidades, así como afrontar los múltiples y complicados retos que deja tras de si la digitalización. A problemas complejos, soluciones creativas. Es el momento de la innovación. Es el momento de la creatividad que nos hace humanos. Hay que pasar a la acción para ganar la batalla de la emergencia digital.

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