El prestigio de una marca en el mundo digital cada día es más importante y puede marcar un antes y un después en los activos de las empresas. Para las compañías, puede significar un valor diferenciador en el mercado; crear valor económico gracias a la elección de los clientes; una mejor fidelización de talento; crear o expandir mercado, o incluso, puede impactar en la valoración de la propia empresa. Para los individuos, la reputación online puede afectar, a uno o varios, de los 4 ejes fundamentales de nuestra vida actual, el laboral (como directivos y trabajadores o profesionales), el familiar, social y/o personal (o individual)`, pero la reputación online encierra un comportamiento perverso: por lo general “es difícil y lenta de construir, pero fácil y rápida de destruir”

Según los expertos, la reputación es la creencia cualitativa, subjetiva, que una persona (o personas o grupo de interés) tiene con respecto a una marca, persona, empresa, producto o servicio”. Pero, curiosamente, a pesar de que el término reputación corporativa (eminentemente focalizado en el mundo offline) queda “razonablemente” bien definido, o al menos limitado por la teoría de los siete ejes de Fombrum, no se evidencia, mi mucho menos, un acuerdo en cuanto al concepto de ‘reputación online’.

Fuente: cincodias.elpais.com

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